- El humilde siempre tiene éxito.
“El que se humilla será exaltado ”, dijo Jesús. Dios no tendrá problemas en exaltarte, siempre y cuando, haya humildad.
Humildad no es ser bien educado, no es saludar (eso es buenas costumbres), no es ser pobre (el que vive en una villa o no tiene trabajo o no estudió).
Humildad no tiene nada que ver con riqueza o pobreza, con auto-desprecio (“Escribió un libro y le puso “NN” para no figurar, puso siervo del Dios Altísimo”), con estima, con inseguridad ni con determinadas tareas.
En Méjico vi un millonario baldeando el piso y una persona me dijo: “Ese que está lavando el piso es multimillonario, ¡qué humilde!”, y eso no tiene nada que ver.
Para Dios humildad es actitud de aprendizaje .
“ A todos los que tengan actitud de aprendizaje Yo les daré el éxito; pero los que no la tengan o sean orgullosos, los quebrantaré”, dijo Jesús.
Dios mira de lejos al soberbio; el orgullo es la capacidad de creer saberlo todo.
La gente que “sabe todo”, que “tiene las cosas claras” y no tiene actitud de aprendizaje Dios lo quebrantará, y de acuerdo a su conducta, accionará: “si me humillo, Él me exalta; si me exalto, Él me humilla.”
Aprendizaje es el camino al éxito.
Jesús dijo: “ A todo el que es humilde de corazón le daré la tierra ”
1° de Pedro : “ Dios da gracia al humilde ”, o sea una atracción especial.
Pedro nos dice que tenemos que vestirnos de humildad cada día, con una actitud de aprendizaje.
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