Gracias a Dios, hemos iniciado un nuevo año, estamos en una época de nuevos propósitos, de grandes anhelos y muchos sueños que cada uno deseamos realizar en nuestras vidas.
En mi bella Guatemala, este es un año muy importante, un año electoral, en el cual decidiremos y ojala todos podamos participar, el futuro de nuestra nación.
En lo espiritual, Guatemala, tiene bellas y espectaculares promesas que cumplirse y tenemos la certeza que este es un año particularmente importante en cuanto al inicio de que se cumplan estas promesas de Dios para nuestra nación.
Claro que lo que se ve puede ser muy triste, doloroso y hasta deprimente, pero confiados en la palabra de Dios de “ver lo que no se ve”; así que nos preparamos a tener un año excepcional para toda esta bella nación.
Y tomando el mandato de Jesús de amarnos los unos a los otros, sin importar como sean nuestros prójimos (próximos), amarlos y empezar el tan esperado cambio en nosotros mismos y contagiar a los demás, con optimismo, con gozo, con alegría, con animo, con ser positivos y dejar de ver el punto negro, y apreciar todo lo bello que Dios nos ha dado en esta bella tierra llamada Guatemala.
Amar, de todo corazón y con ello llevar lo que a muchas personas les falta: compañía, comprensión y cariño!
Guatemala, ha sido llamada a ser luz para las naciones; hoy la invitación es a que iniciemos siendo esa luz, en el lugar en que nos encontramos; que hay problemas, claro, eso es innegable, pero de nosotros depende que es más grande: nuestros problemas o todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para salir adelante, de victoria en victoria.
Dios nos ha creado con el poder de la palabra, la imaginación, la comunicación y el trabajo, y solo esas cuatro cualidades únicas en el ser humano, ya tenemos lo suficiente para salir adelante, mas la inmensa bendición de su Bendita Palabra, que nos lleva a crecer en Gracia, Bendición y Amor.
¡Que este sea tu mejor año, hasta ahora y juntos construyamos el país que soñamos!
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